sábado, 16 de agosto de 2014

Cacería

La caza, un factor social y cultural que afecta negativamente a muchas especies de la fauna nativa, poniendo a algunas de ellas en serio peligro de extinción.
Esto se debe a varios motivos, podría ser por necesidad como método de subsistencia o como una inconsciente actividad deportiva, en los casos mas lamentables.
Tanto aves como mamíferos sufren una elevada presión de caza, ya sea para convertirlos en ornamentales trofeos, para el consumo de su carne o la utilización de su cuero, de manera artesanal e industrial.
El fomentar esta actividad no solo afecta directamente a las especies nativas, sino que ademas estimula e incentiva la introducción de especies exóticas tales como el jabalí europeo (Sus scrofa), la liebre europea (Lepus europaeus), el ciervo colorado (Cervus elaphus), el ciervo axis (Axis axis) y el ciervo dama (Dama dama), entre otros, con la misma finalidad. Generando un impacto indirecto a través de la competencia por los recursos entre la fauna autóctona y la introducida. Otro efecto negativo de las actividades de cacería es la acumulación de plomo en el suelo y en los cuerpos de agua, derivado de los proyectiles utilizados para realizar esta actividad.
En el caso de la pesca deportiva se introdujeron en diversos cursos de agua del país especies exóticas-invasoras, las cuales predan sobre especies nativas, diezmando sus poblaciones.
La pesca mediante el uso de redes representa una de las actividades mas problemáticas para la ictiofauna nativa.

Elaboración de la ficha: Nicolas Olejnik y Nicolas Carrion.